Raimat El Niu de la Cigonya

Las uvas proceden de tres viñas diferentes: La Chardonnay procede de una parcela que está situada en uno de los “turons” (una pequeña elevación del terreno) de Raimat. Se caracteriza por tener suelos de origen Terciario, muy antiguos (35 millones años), gravosos, sueltos, calcáreos y bien drenados. A la viña se le realiza una poda corta y un ligero pase de espergura para buscar el máximo equilibrio. Todas las labores se realizan de forma ecológica; de esta forma la uva expresa todo su potencial de forma natural. Todo ello contribuye a obtener uvas Chardonnay de perfil tropical y elevada intensidad. 
La Albariño procede de una parcela situada en la falda de de los “turons” de Raimat. Su posición y orientación hace que el Cierzo, viento dominante en la zona, se canalice y mantenga esta parcela continuamente aireada lo que contribuye a mantener las uvas sanas de forma natural y se alcancen maduraciones más prolongadas. El resultado de todo ello son albariños con más cuerpo, intensidad y persistencia que un albariño “clásico”. 
La uva Xarel·lo procede de una parcela situada la el extremo más occidental de Raimat, donde existe el microclima más frío del resto de la propiedad (hasta 2º de diferencia). Los suelos también son más pesados que los situados cerca de los “turons” pero menos profundos. El manejo del viñedo sería el clásico para un Xarel·lo mediterráneo, con podas algo más largas y espergura más severa. Este Xarel·lo continental es muy interesante por dar vinos con más densidad y perfil aromático de frutas de pepita, característico de la manzana de Lleida. 
Características de la añada: 
En Raimat, la vendimia del 2016 podría calificarse como excepcional: el verano y el otoño fueron muy suaves, lo que permitió alargar el período de maduración hasta mediados de noviembre; algo inusual en las latitudes en la que se encuentra ubicado nuestro viñedo.El ciclo de la viña fue el correspondiente a un año normal: brotación, floración, cuajado y envero en las fechas habituales. Sin embargo, el verano fue menos caluroso de lo habitual, lo que retrasó el inicio de la vendimia respecto la media en unos 10 días. El otoño fue seco, con temperaturas suaves; en especial por las noches, que fueron algo más frías de lo habitual. Este hecho juntamente con una sanidad de la uva nos permitió esperar hasta el punto óptimo de la vendimia. En variedades blancas como el Chardonnay y el Xarel·lo, la vendimia fue escalonada con diferencias entre parcelas de la misma variedad de hasta un mes; dando como consecuencia vinos con expresiones muy distintas; desde los cítricos hasta los tropicales de las vendimias más tardías, y una acidez muy equilibrada. Este factor aportará complejidad a los vinos, con una paleta de sabores y aromas muy interesante.